
El impetuoso y elegante Juan José
Fue “Carta para un zapatero que compuso mal unos zapatos” el primer texto de Juan José Arreola que llegó alguna vez mis manos. La misiva –irónica, pulcra, inteligente, amena– venía en el libro de lectura de sexto año de primaria, en una época en que a la Secretaría de Educación Pública parecía interesarle fomentar la buena literatura entre los niños mexicanos. Precedían a la carta, cómo olvidarlo, algunos de los nostálgicos versos de las “Canciones para cantar en las barcas”, de José Gorostiza y aquella innovadora curiosidad literaria que era, en aquel tiempo, el “Aplastamiento de las gotas”, de Julio Cortázar. Recuerdo haber disfrutado tanto la misiva que tuve ganas de copiar algunas de sus frases para entregárselas al dueño