1 Verano en la península yucateca. Tarde de sábado. Un chubasco repentino ha anegado las angostas y tranquilas calles del centro meridano. A los transeúntes no les queda otro remedio que despojarse de los zapatos y avanzar bogando agua, pero mi hermano y yo, que recién acabamos de recibir nuestro peso de “gastada”, ni siquiera tomamos en cuenta este detalle. Apenas amaina, importándonos poco el encharcamiento, corremos a la terminal de autobuses ubicada a solo dos cuadras de nuestra casa. En uno de sus estanquillos, cuidadosamente exhibidos con ayuda de una cuerda y varias pinzas de madera, nos esperan los cómics de la semana: Tarzán de los monos, Turok, Korak, Batman, Superman, El hombre araña, Archie, Tom y Jerry, Porky