Apuntes y otras digresiones

Apuntes y otras digresiones

Misiones

Gloria Jeans Coffe. 7.30 A.M. Suelo venir todos los días a escribir a este café moderno, elegante, silencioso, ubicado muy cerca de mi casa, donde sirven los mejores capuchinos de la ciudad y ponen buen jazz. Una hora y media de trabajo literario antes de ir al trabajo alimentario. Por lo regular cuando llego, sé a lo me voy a dedicar: un cuento que me brinca en la cabeza, un artículo para alguna revista, el capítulo de mi novela imposible. Pero hoy, marzo 16, a solo unos días de la llegada de la primavera, resulta imposible concentrarse: a menos de un metro de mi mesa, un grupo de señoras de la sucursal femenina de los Legionarios de Cristo, planea las

Leer más »
Apuntes y otras digresiones

Mérida nostálgica, seductora, única

“…y después de haber dicho: sí juro y amén, juraron de usar y ejercer bien y fielmente el oficio de alcaldes ordinarios, y que por amor, ni desamor, dádivas, ni promesas, no dejarán indefensa la ejecución de la justicia, antes como buenos alcaldes y ejecutores, ejecutarán las blasfemias contra Dios y sus santos, abreviarán pleitos a las viudas y pobres, y a todos demandantes y reindefendientes harán justicia…”                                                 Acta de la fundación de Mérida, 6 de Enero de 1542 No he vivido en otra ciudad sino en ésta.  Vi luz aquí, hace medio siglo, cuando el cielo meridano, inalterable en su azul, acogía parvadas de zopilotes que, de cuando en cuando, detenían su vuelo circular para posarse en las

Leer más »
Apuntes y otras digresiones

“Arboricidios” en Mérida

A Automaya, la distribuidora de autos Chrysler que taló dos enormes makulís de 30 años de edad para que la fachada de su nueva agencia automotriz, ubicada sobre Prolongación Paseo de Montejo, “fuera más visible”, el Ayuntamiento anterior le endilgó una multa de seiscientos mil pesos. Este hecho, que generó el aplauso de los meridanos, debería de haber servido para crear algo de conciencia (o temor) entre aquellos empresarios carentes de conciencia ecológica que, en esta ciudad cada vez más calurosa, no les importa cortar árboles añejos con tal de “lucir” los edificios de sus nuevos negocios. Sin embargo, tal parece que la medida no surtió el efecto esperado, pues hace algunos días un hecho similar se dio en Circuito

Leer más »
Apuntes y otras digresiones

Breve paseo por las calles santiagueras

Nací en esta ciudad en los años sesenta, cuando los nombres de los mártires cristianos sugerían barrios pintorescos y los emeritenses aún no se rendían del todo ante la hegemonía del automóvil. Pasé mi infancia a caballo entre los barrios de San Juan y Santiago, el afecto dividido entre dos suburbios que, como niño, me ofrecían inagotables fuentes de regocijo. Pero es Santiago, acaso por la vitalidad que todavía subsiste en sus calles,  el que me trae mayor cantidad de recuerdos. Cierro los ojos,  aspiro hondo y me lleno los pulmones con el aire de nostalgia que permea en el ambiente. Lo primero que me viene a la cabeza es la feria de julio en honor al Santo Patrono. El

Leer más »
Apuntes y otras digresiones

Viaje al centro de las letras

– Papá, ¿qué es copular? Era la voz de Emilio, quien desde el asiento trasero del automóvil me hacía la pregunta con la terrible naturalidad de sus ocho años. El momento había llegado, quizá más pronto de lo que esperaba. Repasé en mi cerebro un guión que mi mujer y yo teníamos listo para cuando se presentara esta circunstancia. Emilio tenía en las manos una versión original, nada edulcorada, del El Diario de Ana Frank. Esteban, a su lado, abandonó por un instante sus historietas de Mafalda dispuesto a escuchar mi respuesta. Me vino a la memoria un domingo caluroso de verano, por la noche, cuando  mis padres nos llamaron a la sala a mi hermano y a mí, entonces

Leer más »
Apuntes y otras digresiones

EL PODER PURIFICADOR DE LAS PALABRAS

DISCURSO DE ACEPTACIÓN DEL PREMIO MAX AUB 2012 Carlos Martín Briceño “El cementerio está cerca. La uña del meñique derecho de Pedro Pérez, enterrado ayer, empezó a crecer tan pronto como colocaron la losa…” La uña, Max Aub, 1976. Fragmento.   Supe de Max Aub en la secundaria gracias al empeño de mi maestra de español para aficionarnos a la lectura. La uña aún figura en muchas de las antologías del microrrelato mexicano. 30 años después, para mi regocijo, el jurado del certamen internacional que lleva el nombre de su autor ha distinguido un cuento mío con el premio del 2012. Emmanuel Carballo, el crítico literario mexicano por antonomasia,  quien a sus 83 sigue tan activo como siempre, cuando lo

Leer más »
Apuntes y otras digresiones

Acerca del carnaval meridano

Ma‘ ti na’atik at’ aan. Matinatikatán. No entiendo tu habla. Ésta, se dice en Yucatán, fue la frase que los mayas peninsulares respondieron a los españoles cuando éstos preguntaron el nombre del lugar al cual habían llegado. De ahí que los conquistadores asociaran el sonido de la frase con la palabra Yucatán y así bautizaran a esta región de América.      Aunque no estamos hablando propiamente de una isla, la península de Yucatán, quizá por su condición caribeña, a lo largo de la historia siempre se ha mantenido aislada del resto de México, identificándose culturalmente mucho más con sus vecinos del Caribe.       La música yucateca, sólo por mencionar algún tópico, nada tiene que ver con los ritmos norteños mexicanos,

Leer más »
Apuntes y otras digresiones

La sustancia de los sueños

Mis hijos difícilmente sabrán con certeza quien fue Lela Oxkutzcaba. Tampoco llamarán a ninguno de sus amigos con los motes del Chereque o Totoyo.  Ahora menos que el creador de estos personajes ya no está entre nosotros.      Los llevé  –claro que lo hice – alguna vez al teatro Pedrito.  Hará unos tres años y daban, si mal no recuerdo, la obra “Pizot y la Ninia Amaría”. Era la reinauguración (una de tantas) del recinto y el sitio estaba totalmente lleno – más de adultos que de niños, debo decirlo – que se desternillaban de la risa con las ocurrencias de los títeres.  Mi mujer,  quien siempre comentó orgullosa que su primera oportunidad como actriz se la brindó Don Wilberth

Leer más »
Apuntes y otras digresiones

Antología de cuentos canallas

No encontrará usted, ávido lector, libro más canalla que éste que tiene ahora mismo en sus manos. Leída semejante afirmación, podrá usted dudar entre hacerse con él o volverlo a colocar sobre la estantería en la que tan tranquilo estaba. Podrá, por supuesto, decidirse por otro libro: una novela, un poemario, incluso otra colección de cuentos. O podrá marcharse a su casa, más tarde, sin libro alguno en su cartera. Podrá –tiene derecho a hacerlo– suponer que esta advertencia es una exageración: una trampa editorial, un juego de palabras que sólo busca un efecto mercantil. Y podrá –incluso sin terminar de leer esta contracubierta– hacer más cosas, infinidad de cosas que poco o nada tiene que ver con nuestra antología.

Leer más »
Apuntes y otras digresiones

Las hirvientes andanzas o cómo fermenta la memoria

La fermentación requiere de un estricto cuidado por una mano paciente. Si no se respetan los tiempos y las temperaturas de manera exacta, la fermentación no será posible. De la misma forma, en la literatura, para que una anécdota madure, debe reposar en la mente de su creador y escribirse sólo hasta sentir la imperiosa necesidad de hacerlo. Este cuarteto de historias surge de la invitación extendida por Sarita Poot para participar en este congreso y, claro, en mi alcoholismo de fin de semana. Dedico esta lectura a Rafael Ramírez Heredia, en memoria del inolvidable recorrido de cantinas meridanas que hicimos meses antes de su fallecimiento. Entre bestias de sabana Desconfíen de los abstemios, se empeña en sostener mi padre.

Leer más »