‘Fuego 20’, Ana García Bergua, Ediciones ERA, México, 2017.
Que en México las novelas con tintes de humor y sarcasmo no se valoran igual que las de literatura “seria”, ya no es un secreto. Escribir sobre la fatalidad, ahondar en historias relacionadas con la narcoviolencia y preferir la solemnidad parece tener buen efecto en el proceso de selección de los editores. Basta con echar un ojo a la mesa de novedades de cualquier librería o darse una vuelta por los pasillos de alguna feria de libro para enfrentarse con esta realidad. Por ende, los autores mexicanos, salvo contadas excepciones, prefieren desmarcarse del rumbo elegido por Arreola, Monterroso o Ibargüengoitia y escribir con seriedad partisana, tal como demanda el mercado. Dentro de estas contadas excepciones hay una autora que destaca por su irreverencia, su acre humor