
Mérida nostálgica, seductora, única
“…y después de haber dicho: sí juro y amén, juraron de usar y ejercer bien y fielmente el oficio de alcaldes ordinarios, y que por amor, ni desamor, dádivas, ni promesas, no dejarán indefensa la ejecución de la justicia, antes como buenos alcaldes y ejecutores, ejecutarán las blasfemias contra Dios y sus santos, abreviarán pleitos a las viudas y pobres, y a todos demandantes y reindefendientes harán justicia…” Acta de la fundación de Mérida, 6 de Enero de 1542 No he vivido en otra ciudad sino en ésta. Vi luz aquí, hace medio siglo, cuando el cielo meridano, inalterable en su azul, acogía parvadas de zopilotes que, de cuando en cuando, detenían su vuelo circular para posarse en las