
Miel sobre hojuelas | Por Carlos Martín Briceño
La última vez que viniste aún seguías con Andrea. Ni siquiera pasaba por tu cabeza la idea de una separación. Ahora el sitio había sido remodelado para darle un aire más contemporáneo. Llamaron tu atención las formas geométricas de las litografías de Francisco Castro Leñero que adornaban la pared, los maceteros de acero rebosantes de helechos, el brillante piso ajedrezado, de mármol, colocado recientemente. Poco quedaba del viejo consultorio donde te habían tratado aquella molesta uretritis de juventud que tantos problemas te ocasionó en tus primeros años de matrimonio.