
No merece el premio
No puedo negar que al principio me dio gusto saber que el Premio FIL de este año, con todo y sus 150,000 billetes verdes, iría a parar a manos de Alfredo Bryce Echenique. Y no es para menos, mi relación con el peruano ya es vieja. Su obra más emblemática, “Un mundo para Julius”, figura permanentemente en la lista de libros que suelo recomendar cuando se trata de acercar a la gente a la literatura. Cínica, fina, mordaz, la novela -con un lenguaje que mezcla de manera magistral al narrador omnisciente con el yo protagonista- es un ameno viaje por la anodina vida de la oligarquía limeña. El fallo del jurado del Premio FIL -que dicho sea de paso encabezaron