
Briceida Cuevas Cob o la cotidianidad hecha poesía | Por Carlos Martín Briceño
Conocí a Briceida Cuevas Cob una calurosa tarde de primavera, hace más de dieciséis años. Lo sé bien porque en un lugar especial de mi biblioteca, conservo Del dobladillo de mi ropa (Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas 2008), la extraordinaria antología de poemas de su autoría que me obsequió antes de despedirnos. “Para Carlos Martín Briceño, por ser mi amigo y aclararme que no lo confunda con su hermano. Mayo 2009”, reza la dedicatoria.








