Memorias de cocina e infancia de Carlos Martín Briceño | Por Mónica Lavín

Escrito con la sabrosa pluma de un narrador exquisito y aderezado con los momentos asociados a la memoria, Martín Briceño nos comparte un catálogo de recetas Estamos de ferias, me refiero a los muchos esfuerzos a lo largo del país por enlazar al libro —editores y autores— con los lectores. En días pasados fui invitada tanto a […]

Las letras están servidas | Por Rosely E. Quijano León

El libro más reciente de Carlos Martín Briceño es una delicia literaria y culinaria, mezcla de sabores, olores, recuerdos y letras que se guisaron, sin duda, a fuego lento con mucho amor y añoranza. Cuántos recuerdos de la infancia no se encuentran atrapados en el humo de una olla de comida, cuántos bocados de comida […]

Nuevas maternidades | Por Carlos Martín Briceño

Alguna vez Beatriz Espejo afirmó en un taller —palabras más, palabras menos— que un buen cuento es aquel “que permanece rebotando en el cerebro del lector durante mucho tiempo”. “Su lectura”, agregó, “debe producir una sensación similar a la de haber visto una buena película, de esas que recordamos gracias a ciertas escenas memorables”.

Viaja Carlos Martín a la cocina de su niñez | Patricia Garma Montes de Oca

Un libro a cuatro manos, familiar, que combina nostalgia, historia y literatura con alusiones a Marcel Proust y James Joyce, entre otros, es “Cocina yucateca, crónicas de infancia y cocina de mi madre”, de Carlos Martín Briceño. Es un libro totalmente diferente a todo lo que ha escrito el cuentista. Contiene crónicas y recetas de […]

Hotel | Un relato de Carlos Martín Briceño

Desnudo, el hombre se puso de pie y se acercó al ventanal de la habitación ubicada en el último piso del hotel. De su miembro todavía goteaba algo de semen. Caía la tarde y los automóviles circulaban a paso de rueda con las luces encendidas en las interminables avenidas de la ciudad. A lo lejos, […]

Hacer del cuento un encuentro | Por Mónica Lavín

Hay poca costumbre en nuestro país de que sea la lectura de obra propia la manera de divulgar el quehacer literario, se tiende al comentario, a la crítica o la conversación. Pero nada habla mejor de lo que hacemos los escritores, que nuestros textos.