Salón Bach

Guty Cárdenas, in memoriam ¿En qué momento el cantaor y los Peláez se agregaron a la fiesta del yucateco?  Roberto Miranda no lo sabe con exactitud. De lo que sí está  seguro es que habían bebido demasiado cuando, al entrar a servir la botella de Martell, los descubrió formando parte de una extraña escena en […]

A la memoria de Charles Darwin

Hará tres años cuando me enteré de la muerte de Harriet. La noticia, perdida entre las páginas de espectáculos de un periódico local, llamó mi atención. Me remontó a mi infancia, a una fiesta de cumpleaños y a la edición ilustrada de El origen de las especies que alguien tuvo a bien regalarme. Harriet, la tortuga […]

Los fines de semana

De esa noche recuerdo, sobre todo, la sonrisa del arlequín. Cada cierto tiempo doña Evelyn renovaba el decorado de la casa de campo y en esa ocasión, por tratarse de la época de carnaval, decidió que al cuarto de visitas le vendría bien aquella figura de cerámica cuyas pupilas resplandecían en la oscuridad. Me gustaba […]

Abismos

Nadie podrá decirle que no estuvo al pendiente de la salud de su madre. Ahora mismo prepara los ingredientes para la papilla del almuerzo: carne limpia de puerco sazonada con hojas de orégano, verduras cocidas al vapor, un diente de ajo, pimienta y aceite de oliva; bien licuado, como le ordenó el geriatra. “No vaya […]

Domingo

Por el ardor que sintió en las mejillas supuso que tendría un poco de fiebre. Distinguió en la penumbra los hombros llovidos de lunares de su mujer y se llenó de tristeza: lucía tan hermosa en la placidez del sueño que tuvo la seguridad de que cualquier hombre sería capaz de amarla. Con cuidado, se […]

Helena o la Anunciación

Antes de Helena odiabas el piano. Había que estar en punto de las siete de la tarde, cada último viernes de mes, con el pelo arreglado, el vestido vaporoso y las zapatillas bien lustradas, en las tertulias musicales. El piano era una tradición en la familia. Tu abuela llegó a ejecutar con éxito en un […]

Todas las tardes

A las dos de la tarde, cuando el calor obliga a todo el pueblo a refugiarse en la siesta y hasta los perros de la calle buscan el cobijo de los corredores del palacio municipal, Catalina Salum aprovecha para cerrar durante una hora las puertas de El cuerno de la abundancia y solazarse con su juego […]