Saldos

Lo valía, claro que lo valía. Bastaba ver el departamento, abandonado, con la computadora siempre encendida. Cuatro meses habían transcurrido desde la tarde del rompimiento y, salvo por algún telefonema para acordar trámites legales, no volvieron a encontrarse. Tenía que recuperarla. Tomó valor y con el pretexto de aclarar detalles pendientes de la separación, la […]