El Premio “Max Aub” para Carlos Martín Briceño
Que un mexicano gane el Premio Internacional de Cuentos Max Aub es noticia. Que este mexicano sea yucateco, es relevante, más aún tomando en cuenta que el campechano Carlos Vadillo Buenfil lo ganó en 2001 y, de hecho, le advirtió a Caros Martín Briceño: “Va a ser la experiencia más inolvidable de tu vida… Te van a detener en la calle para abrazarte, para hablar contigo…”, y así fue.
Todo sucede en una pequeña ciudad española: Segorbe, cerca de Valencia, donde cada año (desde 1985), el ganador del “Max Aub” es reverenciado por mucha gente de la comunidad que incluso paga 30 euros por asistir a la cena de gala que ofrecen en su honor; claro, el cariño viene acompañado por el reconocimiento de los valores literarios de la obra ganadora, ya que el propio pueblo funge como jurado en la primera fase de selección. Así se comprende la curiosidad sobre las minucias de la trama y demás asuntos que, prácticamente, andan de boca en boca cuando el autor llega hasta aquí.
Cuando leo Moctezuma’s revenge, me doy cuenta de que Carlos ya me había contado el argumento a raíz de un viaje mío a Holbox, la isla donde se desarrolla parte de la historia, y capto inmediatamente porqué él no ha vuelto a poner un pie en esa bella isla; aquí vivió escenas criminales con una inglesa de cuerpo menudito, adicta a la mariguana, deseosa de comerse el mundo. Ella y el propio Carlos son los personajes centrales, a cual más de perverso y egocéntrico, y eso no es todo: la historia tiene un 50 por ciento de veracidad.
–¿Quién es el verdadero Carlos Martín? Ahora me da miedo preguntártelo…
–Realmente sí tuve una relación con una inglesa, y a veces tenía ganas de matarla, verdaderamente; eso nos pasa mucho, ¿no? Y no lo hacemos porque estamos educados, por las circunstancias, y bajo esa perspectiva no vamos a ir matando seres humanos como si fueran cucarachas, pero las ganas las tenemos, y este personaje llega a concebir y realizar lo que desea.
–Todo por acostarse con una inglesa…
–Va más allá. No solo quiere tenerla, sino además quiere que haga lo que él quiere y, aparte, que lo ame. Él cree que el cariño se puede conseguir con dinero, y la inglesa no tiene dinero; él la pasea, la lleva a conocer Mérida yla Península, y ella no puede nunca enamorarse de él porque simplemente se presta al jueguito con tal de conocer un país gratis.
–Lo que consigue a pesar de que ambos van de frustración en frustración.
–El tema de la pareja es mi obsesión, y este cuento formará parte de mi siguiente libro que incluso tendrá cierta trama policiaca, y tiene que ver con esa frustración de la vida en pareja, y no solo por las causas más comunes, sino me pregunto qué sucede con una pareja que insiste en permanecer junta. Este cuento, por ejemplo, habla de la frustración tan grande de un tipo que acaba de divorciarse y quiere tener relaciones con extranjeras, pensando que son menos traumáticas, más libres; es un tipo despreciable, pero es un tipo del siglo XXI. Como lo define el prólogo (escrito por Gustavo Martín Garzo, uno de los jurados), estamos llenos de tipos despreciables. Tenemos la idea de que “la pareja te pertenece y puedes hacer con ella lo que quieras”.
–La inglesa (cuyo verdadero nombre se respeta en el cuento) se salió con la suya, y tú ganaste 6 mil euros quince años después, ¡nada mal!
–Es un cuento muy vendible y muy seductor… Tiene una mujer hermosa, provocativa, un poco de sexo, un poco de violencia, un poco de amor… tiene locaciones hermosas… y tiene un trasfondo sórdido que llama la atención…. Parece que está lleno de clichés, pero es la realidad, la gente vive eso. El Hotel Mosquito Blue de Playa del Carmen es una de las cosas más hermosas que puedes encontrar en el Caribe, y en esa época (mediados de los años noventa) costaba 70 dólares, y ahora cuesta 350. Definitivamente Playa del Carmen no era lo que es hoy.
–¿Cuál es la importancia del “Max Aub”?
–Los que escribimos cuento conocemos de la importancia de este concurso. Es el segundo más importante después del “Juan Rulfo” de París, que da 10 mil euros. Ya había mandado antes otros cuentos, pero sin ninguna esperanza. Esta vez llegaron 310 propuestas, yla Fundación MaxAub selecciona, primero, a 50 personas para leer los cuentos, gente de cualquier circunstancia u origen que hace un primer dictamen; después los cuentos finalistas se los entregan a tres jurados que son escritores de renombre, y los encierran durante dos días a leer en un hotel. Ellos deliberan y deciden.
Moctezuma’s Revenge se impuso, finalmente, gracias al veredicto de Gustavo Martín Garzo, María García-Liberón y Eloy Moreno.
–Cuando llegamos a Sergobe, Ariadna, mi esposa, se dio cuenta de que no traía medias para la cena, así que fuimos al almacén principal, atendido por dos señoras mayores, y una de ellas, al escuchar nuestro acento, me dijo, no me digas que tú eres el mexicano que ganó, y extendió sus brazos preguntándome si me podía abrazar. ¡Eso no existe en Latinoamérica! Ese es el amor que le tienen los españoles a la literatura. Eso pone al cuento en otros niveles, de veras. Es cuando sientes que ha valido la pena insistir con un género tan difícil como es el cuento. Para mí el premio es como un soplo de aliento.
Conforme avanzó la entrevista, Carlos profundizó más y más en los detalles de la historia que, obvio, no puedo contar aquí. El hecho es que ahora vive felizmente casado con una yucateca, y está a salvo de invertir su jugosa quincena en pasear a jovencitas que dejan traslucir bajo la camiseta sus pezones inquietos.
Entrevista realizada por Eugenia Montalván para la sección de cultura del periódico El Financiero