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Entre la muerte y la trascendencia, la literatura mexicana en el 2014

Por Marcial Fernández | El Economista

Álvaro Enrigue, Guadalupe Nettel y Jorge Zepeda Patterson se consolidan en el mercado editorial español
marcialEn el 2014 la muerte se ensañó con la literatura mexicana. En este año fallecieron Gabriel García Márquez, Juan Gelman y Gerardo Deniz (pseudónimo de Juan Almela) —que si bien eran oriundos de Colombia, Argentina y España, respectivamente, vivían en la ciudad de México—, José Emilio Pacheco, Vicente Leñero y Federico Campbell, los seis con una obra que los trasciende más allá de premios, reconocimientos, mafias o circunstancias.

Así, mientras la llamada República de las Letras conmemoraba los 100 años de nacidos de Octavio Paz, José Revueltas y Efraín Huerta, también morirían el filósofo Luis Villoro (español nacionalizado mexicano) y el crítico literario Emmanuel Carballo.

En el 2014 se celebraron los 75 años del primer número de la revista El Cuento, 50 del inicio de su segunda época, 20 de la muerte de su creador, Edmundo Valadés, y 15 del último ejemplar de la que se considera la mejor publicación especializada del género cuentístico del siglo XX.

En el rubro de novela, Héctor Aguilar Camín publicó Adiós a los padres (Random); Francisco Hinojosa, Emma (Almadía); Beatriz Espejo, ¿Dónde estás, corazón? (Alfaguara); Álvaro Uribe, Autorretrato de familia con perro (Tusquets); Mónica Lavín, Doble filo (Lumen); Jorge Volpi, Memorial del engaño (Alfaguara); Enrique Serna, La doble vida de Jesús (Alfaguara); Elmer Mendoza, El misterio de la orquídea calavera (Tusquets); César Silva, La balada de los arcos dorados (Almadía) y Juan José Rodríguez, La novia de Houdini (Océano).

En cuento, Juan Villoro dio a conocer El apocalipsis (todo incluido), y Bernardo Esquinca, Mar negro, ambos en Almadía; Fabio Morábito, El idioma materno (Sexto Piso); Josefina Estrada, Piel bandida (Cal y Arena); Víctor Roberto Carrancá, su primer libro, El espejo del solitario (Ficticia).

Además, se reeditaron tres obras importantes de tres cuentistas contemporáneos: Papeles de Ítaca y otros destinos (Océano), de Luis Bernardo Pérez; Montezuma’s Revenge y otros deleites (Ficticia), de Carlos Martín Briceño, y Ángeles, putas, santos y mártires (Era), de Eduardo Antonio Parra, que no fueron reediciones en sí, sino nuevos libros aumentados.

En el terreno de la ficción súbita, Alfonso Pedraza compiló obra inédita de 103 microrrelatistas hispanoamericanos para formar el libro Minificcionistas de El Cuento, Revista de Imaginación (Ficticia), mientras que Ana Clavel publicó CorazoNadas (Posdata), y Armando González Torres, el libro de aforismos Salvar al buitre (Cuadrivio).

En poesía aparecieron, entre otros, los títulos Los amigos del silencio, de Eduardo Mosches (argentino radicado en México), y Medio cine, de Joaquín Blanco, ambos en Ediciones Sin Nombre; Amigo del perro cojo, de Tedi López Mils, y Hasta aquí, de Hernán Bravo Varela, ambos en Almadía; mientras que en ensayo, Enrique Krauze escribió Octavio Paz, el poeta y la Revolución (Random), y Luigi Amara, Historia descabellada de la peluca (Anagrama).

Entre los premios más importantes que se otorgaron en el 2014 destaca el Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores, que ganó José de la Colina (español transterrado en México) por De libertades fantasmas o de la literatura como juego (FCE, 2013); el Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada, a Margarito Cuéllar, por Las edades felices (Hiperión, 2013); el de Narrativa Colima para Obra Publicada, a Alberto Chimal, por Manda fuego. Antología personal (Fondo Editorial del Estado de México, 2013).

Mientras que el Aguascalientes de Poesía lo conquistó Christian Jonathan Peña; el de Cuento San Luis Potosí, Lorel Hernández Manzano; el de Ensayo Literario Malcolm Lowry, Daniel Salinas; el de Testimonio Carlos Montemayor, Gustavo Marcovich (argenmex), y el Juan Rulfo para Primera Novela, Joel Flores Lechuga.

Álvaro Enrigue, por su parte, recibió el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska por Muerte súbita (Anagrama, 2013), que a su vez había ganado el Premio Herralde; Guadalupe Nettel, el Herralde 2014 por Después del invierno (Anagrama), y Jorge Zepeda Patterson, el Planeta, por su novela Milena o el fémur más bello del mundo (Planeta).

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