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No merece el premio

No puedo negar que al principio me dio gusto saber que el Premio FIL de este año, con todo y sus 150,000 billetes verdes, iría a parar a manos de Alfredo Bryce Echenique. Y no es para menos, mi relación con el peruano ya es vieja. Su obra más emblemática, “Un mundo para Julius”, figura permanentemente en la lista de libros que suelo recomendar cuando se trata de acercar a la gente a la literatura. Cínica, fina, mordaz, la novela -con un lenguaje que mezcla de manera magistral al narrador omnisciente con el yo protagonista- es un ameno viaje por la anodina vida de la oligarquía limeña.

El fallo del jurado del Premio FIL -que dicho sea de paso encabezaron el mexicano Jorge Volpi y el crítico Julio Ortega, amiguísimo de Bryce- dice que el peruano es un “gran cronista de la vida y las búsquedas literarias y políticas de los latinoamericanos de su generación, que explora temas que rozan la enfermedad, la felicidad, el amor y la tristeza.”.

No lo discuto: las letras del autor de “La vida exagerada de Martín Romaña” y “No me esperen en abril” merecen sin duda estos elogios. Lo que no se vale es que el jurado haya pasado por alto que, sobre la cabeza de su elegido, ronda una serie de demandas (varias falladas ya en su contra) por plagio de artículos periodísticos. En este sentido, y muy a mi pesar, debo reconocer que Alfredo no se merece el premio. Entregárselo (aunque sea “en lo oscurito”, en su casa de Barcelona para evitar el escándalo, como se ha propuesto) significa validar la cultura del plagio.

Los miembros del jurado han respaldado su posición argumentando que las acusaciones “no tenían nada qué ver con su creación, con su obra literaria, sino con su obra periodística -que, por cierto, no se toma en cuenta como tal-, no se considera un género de expresión literaria”. Valiente argumento. Me gustaría saber lo que Vargas Llosa y García Márquez, defensores a ultranza del buen periodismo, opinan de este comentario. Tal descalificación raya en la grosería. Probablemente estarían de acuerdo conmigo.

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